Las remesas de julio, ascendieron a 3,531.8508 mdd, siendo el mayor flujo que se tenga registro para un mismo mes. No obstante, las cifras originales presentan una caÃda de 0.15% frente a junio. Mientras que, en términos anuales, se observó una moderación en el crecimiento crecimiento de 7.23%, luego de incrementarse 9.90% en julio. En el acumulado al séptimo mes del año, las remesas ascienden a
22,821.5072 mdd, nuevo máximo histórico, reflejando un incremento de 10.01% frente al mismo periodo del año anterior.
La remesa promedio se ubicó en 343 dólares, incrementándose 1.49 % a tasa anual. De igual forma, se encuentra por arriba del promedio de los últimos 12 meses de 333.42 dólares, evidenciando el esfuerzo de connacionales por enviar dinero ante la caÃda severa de la actividad económica en México. Sin embargo, es probable que sus ahorros ya se hayan visto mermados luego de medio año de afectaciones económicas por la pandemia, por lo que no les serÃa posible sostener estos montos al no haber mejorado de manera sustancial las condiciones del mercado laboral estadounidense. Por otro lado, el número de operaciones se ubicó en 10.3 millones, registrando un crecimiento anual de 5.84%.
En moneda local, con un tipo de cambio de 22.4178 pesos por dólar en julio, las remesas ascendieron a 79,176.32 mdp, mostrando un avance de 26.16% anual, derivado en parte de la depreciación del peso. Al último dÃa de agosto el peso registraba un retroceso de 15.01% frente al dólar. Lo anterior es favorable para el consumo, ya que contribuye a incrementar el poder de compra de las familias en México.
La dinámica de las remesas durante la recesión ha sido favorable, pese a que el mercado laboral de Estados Unidos, paÃs que concentra el 96% de los envÃos, se mantiene frágil. Por una parte, las solicitudes continuas de apoyo por desempleo acumulan 22 semanas por arriba del millón. Asimismo, se mantiene elevada la tasa de desempleo de hispanos en 12.9% al mes de julio, mostrando una mejorÃa moderada desde la tasa de 14.5% en junio. Cabe mencionar que, previo la crisis originada por el COVID-19, en febrero, la tasa de desempleo de hispanos se ubicaba en 4.4%. Se puede inferir que los amplios apoyos fiscales en Estados Unidos, dentro de los que destacan los beneficios por seguro de desempleo pudieron contribuir a evitar la caÃda de las remesas, como ocurrió en la Gran Recesión, cuando los flujos en el acumulado a julio del 2009 presentaron una caÃda del 12.05% anual. Otro factor que contribuye con el crecimiento y la estabilidad de las remesas, es que muchos connacionales también trabajan en actividades consideradas esenciales del sector primario, por lo que continuaron trabajando y recibiendo ingresos durante la pandemia.
Los riesgos de una ralentización de las remesas se han elevado debido a dos factores: 1) los apoyos adicionales por desempleo de 600 dólares expiraron a finales de julio y el Congreso se mantuvo en receso durante agosto. Se espera que la aprobación de un nuevo paquete de estÃmulos ocurra hasta septiembre, aunque todavÃa existen amplias diferencias entre demócratas y republicanos. 2) En algunos estados se sigue registrando un alto número de contagios por coronavirus, dentro de los que destacan: California, Texas, Missouri y Florida, entidades que concentran el 54.81% de la población hispana
