Los datos de actividad industrial en México correspondientes a mayo y publicados al cierre de la semana pasada, pintan un panorama desfavorable para el crecimiento económico del segundo trimestre. Los cuatro componentes de las actividades secundarias mostraron retrocesos a tasa mensual, sorprendiendo la construcción, que se contrajo a una tasa mensual de 6.2 por ciento, mientras que la manufactura se contrajo por primera vez en el año. En conjunto, el indicador de actividad industrial mostró una contracción mensual de 2.1 por ciento, siendo la más profunda desde enero de 2009, cuando la gran recesión tenÃa varios meses en curso.
La contracción de la actividad industrial de mayo incrementa la probabilidad de una baja en el PIB en el segundo trimestre, lo cual llevarÃa a cumplirse la definición técnica de recesión, con dos trimestres consecutivos con caÃdas en el PIB.
Cabe recordar que los indicadores de actividad industrial se mueven paralelos al crecimiento del PIB secundario por lo que, al tener datos para dos de los tres meses correspondientes al segundo trimestre, resulta más fácil (y acertado) pronosticar el crecimiento de ese sector, que representa el 30 por ciento del PIB de México
Tomando en cuenta que el Ãndice de actividad industrial creció a una tasa mensual de 1.4 por ciento en abril y se contrajo a una tasa mensual de 2.1 por ciento en mayo, serÃa necesario que en junio se observara un crecimiento mensual cercano a dos por ciento para que en el segundo trimestre, el crecimiento del sector industrial sea igual a 0 por ciento. Es decir, se necesitarÃa que en junio este sector mostrará el mayor repunte mensual desde julio de 2009, cuando la economÃa estaba entrando en etapa de recuperación, para que no muestre una caÃda trimestral. A estos datos se agrega la destrucción de empleo en junio, pues se perdieron 14 mil 244 empleos de acuerdo al IMSS.
Considerando lo anterior, se puede decir que el crecimiento del PIB del segundo trimestre depende de lo que se reporte en el IGAE, para el sector servicios, en los meses de mayo y junio.
1.- Escenario central. Asumiendo que la actividad industrial mostró una contracción trimestral de 0.5 por ciento, pero que el sector servicios se recuperó en los meses de mayo y junio, se estima que durante el segundo trimestre la actividad económica se expandió a una tasa trimestral de 0.2 por ciento y una tasa anual de 0.8 por ciento, quedando crecimientos anuales de 0.5 por ciento para el tercer trimestre y 0.8 por ciento en el cuarto trimestre, y una estimación de crecimiento de 0.6 por ciento para 2019.
Sin embargo, la evidencia más reciente sobre la destrucción de empleos, apunta a que el sector servicios se debilitó en lugar de recuperarse.
2.- Escenario pesimista. Tomando en cuenta que el 60 por ciento del empleo formal pertenece al sector servicios, se estima que el crecimiento del sector pudo ser cercano a una tasa mensual de 0 por ciento durante mayo y junio.
Con lo anterior, el escenario pesimista del segundo trimestre contempla que la economÃa probablemente se contrajo a una tasa trimestral de 0.4 por ciento y que creció a una tasa anual de 0.1 por ciento, quedando crecimientos anuales de -0.1 por ciento en el tercer trimestre y 0.2 por ciento en el cuarto trimestre, y una estimación de crecimiento de 0.1 por ciento para 2019.
Debido a que la destrucción de empleo es un buen predictor de una contracción de la actividad económica, es más probable que las estadÃsticas que se publiquen a finales de mes se inclinen hacia el escenario pesimista, es decir, que sà se confirme una recesión con una segunda caÃda consecutiva del PIB trimestral.