1. Del crecimiento. La semana pasada se publicó un crecimiento muy pequeño, pero puede destacarse que al menos fue positivo (se esperaba una caÃda) y si no se revisa a la baja en la estimación a publicarse el 23 de agosto, puede haber marcado el cambio de tendencia en la economÃa mexicana. Por lo tanto, mejora ligeramente las perspectivas de crecimiento para este año.
Es importante mencionar que las acciones anunciadas recientemente por la SecretarÃa de Hacienda para apoyar la economÃa, tienen el potencial de generar un mayor crecimiento, pero no se espera que todo se vea reflejado este año. Del estÃmulo, los 50 mil millones de pesos correspondientes a gasto en inversión fÃsica, se espera se vea reflejado este año sólo en la parte correspondiente a los anticipos por obras de infraestructura.
Por su parte, los 116 mil millones de pesos destinados en adelantar licitaciones del 2020, son el que tiene mayores posibilidades de estimular la economÃa en el corto plazo, pero las licitaciones también llevan tiempo, por lo que probablemente será hasta finales del año cuando impacten en la actividad económica. Finalmente, el impacto de los restantes 320 mil millones de pesos destinados a apoyos a la inversión y al consumo por medio de créditos de la Banca de Desarrollo, dependerá de la rapidez y eficacia con que sean otorgados, en lo cual es importante destacar que el apetito por créditos en los últimos meses ha disminuido considerablemente.
Con los datos al primer semestre y tomando en cuenta las acciones anunciadas por SHCP, se calcula que la economÃa mexicana pueda crecer este año entre 0.3 y 0.8 por ciento y en el 2020 a una tasa entre 1.3 y 1.7 por ciento.
2. Finanzas Públicas. El gasto de gobierno muestra un subejercicio de 5.9 por ciento al primer semestre, contribuyendo al menor crecimiento económico, pero a la vez disminuyendo la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia de México en el corto plazo.
3. Inflación. Destaca que se ha moderado en los últimos meses, pero como resultado de una pronunciada baja en la inflación no subyacente (que contempla los precios más volátiles de la economÃa), mientras que la inflación subyacente (inflación medular de la economÃa), ha subido. Se espera que la inflación termine el año en un nivel aproximado de 3.3 por ciento.
4. Tipo de cambio. Continúa reaccionando mayormente ante noticias del exterior, como la polÃtica monetaria de la Fed, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y aversión al riesgo. Tipos de cambio por arriba de 19.30 pesos propician presiones sobre la inflación.
5. PolÃtica monetaria. Las recientes depreciaciones del peso y la dificultad de la inflación subyacente para disminuir, hacen poco probable que el Banxico recorte su tasa en el anuncio del 15 de agosto, a pesar del recorte de la Fed. Sin embargo, el mayor diferencial de tasa de interés con Estados Unidos y la posibilidad de que sigan entrando capitales a México haciendo más vulnerable la economÃa en el ambiente de incertidumbre actual, hace pensar que podrÃan hacer un recorte antes de que termine el año, pero seguramente esto dependerá de la trayectoria de la inflación y del comportamiento del tipo de cambio.
Destacan los siguientes riesgos sobre la economÃa mexicana:
1.- Implementación de polÃticas públicas que generen incertidumbre.
2.- Mayor subejercicio del gasto público, particularmente en inversión fÃsica.
3.- Nuevas iniciativas del legislativo que generen miedo, entre las que destaca un posible mandato dual para el Banco de México, ya que podrÃa poner en riesgo que la inflación regrese a su objetivo en el largo plazo.
4.- Disminución de las exportaciones, ante una desaceleración de la economÃa de Estados Unidos.
5.- Amenazas por parte de Estados Unidos a México que pongan en riesgo el comercio con ese paÃs.