La semana pasada se publicaron los resultados del estado que guarda la pobreza en M茅xico y en las entidades federativas.
En t茅rminos generales, al pa铆s le fue bien. En dos a帽os se redujeron los niveles de pobreza del 36.3% al 29.6% de la poblaci贸n. En el caso de la pobreza extrema, tambi茅n se redujo del 7.1 al 5.3%.
En Coahuila el panorama pinta mucho mejor. En dos a帽os logramos sacar de la pobreza a 175 mil personas, escalando 5 posiciones en el tablero nacional, y redujimos la pobreza extrema en 56%, alcanzando un hist贸rico 0.8% de la poblaci贸n en esa situaci贸n.
Asimismo, en el rubro de poblaci贸n considerada no pobre y no vulnerable mejoramos del 47.1% al 51.6%, manteniendo a Coahuila entre los estados con mejores condiciones sociales.
En el rubro de carencias sociales, Coahuila reafirm贸 su liderazgo nacional. Mantuvo el 1潞 lugar en seguridad social y alcanz贸 el 1潞 lugar en calidad de vivienda, mejorando desde la segunda posici贸n, que incluye condiciones de pisos firmes, techos seguros, muros s贸lidos y reducci贸n del hacinamiento.
Adem谩s, obtuvo el 3er lugar con menor carencia en salud y conserv贸 el 2潞 lugar en los indicadores de educaci贸n y servicios b谩sicos en la vivienda como disponibilidad de agua potable, drenaje sanitario y electrificaci贸n.
Respecto al acceso a la alimentaci贸n, el estado registr贸 un avance importante al reducir la carencia en un 32% y pasar del 7潞 al 4潞 lugar nacional, reflejando el impacto de los programas sociales, el trabajo de los bancos de alimentos y el fortalecimiento de la econom铆a familiar.
La mejor estrategia contra la pobreza es abrir caminos de seguridad y confianza para que lleguen las inversiones, florezcan empleos formales y dignos, y se impulse el emprendimiento como motor de futuro.
Porque cada cifra es un rostro, cada porcentaje una historia. Son familias que respiran con alivio, ni帽os que sue帽an m谩s alto y adultos que descubren nuevas esperanzas en la fuerza de su propio esfuerzo.
Cuando gobiernos de los tres niveles, sociedad civil y empresas caminan juntos, las acciones se multiplican, los esfuerzos se complementan y los resultados se convierten en realidades palpables.
No son solo estad铆sticas: son vidas transformadas.
La pobreza se combate con voluntad, uni贸n y visi贸n de futuro. Esa es la mejor estrategia.