Ya viejo, apartado de la política activa, el exgobernador Manuel Bernardo Aguirre relataba que en 1940 le tocó protagonizar el llamado “fraude patriótico” en contra de Juan Andeu Alamazán para imponer a Manuel Ávila Camacho.
Bernardo Aguirre, de quien se bromeaba allá por los 70 que sus máximas aspiraciones eran ser Gobernador de Chihuahua y terminar la primaria, presidió en 1940 la Cámara de Diputados, soberanía que por entonces calificaba las elecciones federales.
Así culminó el fraude que incluyó persecuciones, asesinatos, amenazas en contra de los almazanistas, y por supuesto la gama de carruseles, robo de urnas, urnas embarzadas, intimidación a votantes, los cuales el PRI repetiría por décadas.
Cárdenas ha pasado a la historia oficial como quien “expropió el petróleo”, aunque lo que hizo con el apoyo de Francisco J. Mújica, fue expropiar bienes y equipos de las compañías petroleras, a favor del Sindicato Petrolero y tras un largo proceso legal.
Menos comentado es que el General Cárdenas fue el verdadero fundador del partido hegemónico, corporativo y clientelar que gobernó México hasta el año 2000, basado en los gremios y en la manipulación de elecciones.
Los llamados sectores del PRI, el campesino o CNC, el obrero o CTM, el popular o CNOP e incluso los sindicatos de maestros, petroleros y ferrocarrileros eran columnas del Partido de la Revolución Mexicana, PRM, que luego sería PRI.
En 1940 no había mediciones de opinión, pero de haberlas habido es claro que la popularidad del general Lázaro Cárdenas del Río no era muy alta, y eso permitió al general Andreu Almazán poner al régimen en vilo y quizá ganar las elecciones,
El “fraude patriótico”se repetiría al menos hasta 1988, cuando la Comisión Nacional Electoral era presidida por Manuel Bartlett Díaz, quien manipuló el resultado y después quemó votos y actas junto con el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Y con López Obrador vuelven polvos de aquellos lodos, y lo ha intentado sin suerte hasta hoy, con una iniciativa constitucional, con leyes secundarias o el llamado Plan B y ahora con quintas columnas en el Consejo General del INE.
Es claro que el llamado “Plan C” electoral de López Obrador es poder manipular el órgano electoral para, cómo él mismo menciona, realizar el “fraude patríotico” e imponer a la desangelada y limitada Claudia Sheinbaum, de quien se dice es su cripto nuera.
Pero tan malo el pinto como el colorado y parece que otra vez le está fallando, y aunque la madrugada del viernes logró colar al menos a tres de cuatro nuevos consejeros morenos, la electa para presidir del Consejo General no tiene título profesional.
Prueba del mal trabajo que hacen los legisladores, en este caso los de oposición, es que no comprobaron los requisitos para ser consejero del Instituto Nacional Electoral, y ahora deberá ser el Tribunal Electoral el que elija a la presidenta del INE.
El artículo 38 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales exige “poseer al día de la designación(...) antigüedad mínima de cinco años, título profesional de nivel licenciatura”, y Guadalupe Taddei Zavala no cumple
Una búsqueda en la página del Registro Nacional de Profesionistas no mostró título profesional alguno de Taddei Zavala, pese a que ha ocupado cargos que requerían título, en el IFE e INE y presidió el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Sonora.
Y aunque esta falla de los diputados de oposición, que siempre hacen su trabajo bajo la ley del menor esfuerzo, es una falla que le pega más al obradorismo que a la oposición, revela forma poco profesionalcon que se legisla en México.
Y si a los diputados se les dificultó no evitar la fatiga, en las redes no tardó ni una hora antes de que docenas consultaran el Registro de Proesionistas e incluso Buholegal… Y esta historia continuará.
