La tiran铆a de la coherencia

Para la mayor铆a el cambio de opini贸n puede ser algo natural; ni desastroso ni pecaminoso, al contrario, puede ser perdonable y hasta elogiable, pero para los ide贸logos cambiar de opini贸n es traici贸n.
09/09/2022

En un texto cl谩sico de la literatura de opini贸n p煤blica publicado en 1964, el polit贸logo Philip E. Converse describi贸 las enormes asimetr铆as de informaci贸n entre los electorados de masas.

En su texto, The nature of belief systems in mass publics, Converse se帽alaba que suele haber una peque帽a minor铆a que ve el mundo pol铆tico bajo la 贸ptica de sistemas de creencias bien organizados. Les llam贸 鈥渓os ide贸logos鈥, quienes reflejan, con un alto nivel de estructuraci贸n, las ideas planteadas y diseminadas por las 茅lites pol铆ticas e informativas. Si crees o apoyas X, se deduce que debes creer o apoyar Y y Z, acorde a la estructuraci贸n cognitiva de tu ideolog铆a.

En contraste, los razonamientos pol铆ticos de la gran mayor铆a de ciudadanos no responden a ese tipo de organizaci贸n conceptual; la mayor铆a suele entender la pol铆tica a su propia manera y es menos r铆gida en sus posturas y m谩s desarticulada en las conexiones que hace. De ellos se esperan cambios de opini贸n sin pecado ni falta. Converse les llama 鈥渋nocentes ideol贸gicos鈥.

Para los ide贸logos, cambiar de opini贸n se ve como algo no esperable ni deseable. La coherencia impera. El sentido de representaci贸n pol铆tica se basa, en buena medida, en ese est谩ndar: lo que prometes lo cumples. Por eso, cuando hay ajustes a los sistemas de creencias, lo primero que se piensa es que se abandonan o traicionan los principios.

Y no, no me refiero al cambio de opini贸n del presidente L贸pez Obrador respecto a si las Fuerzas Armadas deben regresar a sus cuarteles o se deben mantener en las calles para enfrentar a la inseguridad p煤blica. El Presidente tendr谩 sus razones y seguramente no hay inocencia ideol贸gica.

Me refiero a que el cambio de postura en el liderazgo, el ajuste en el sistema de creencias de la 4T, s铆 tiene implicaciones para sus seguidores y para la opini贸n p煤blica en su conjunto. Si de la izquierda opositora se escuchaba antes un rechazo a la militarizaci贸n, hoy la izquierda gobernante apoya el papel de las Fuerzas Armadas en las labores de seguridad p煤blica.

Ante este cambio de postura, la l贸gica ideol贸gica ser铆a que el electorado castigue a los pol铆ticos incoherentes. El Presidente, al sostener que es un hombre de principios (de hecho, la mayor铆a de los pol铆ticos mexicanos usa hoy en d铆a una muletilla de decir 鈥渆stoy convencido鈥), impone una expectativa de coherencia. Pero 茅sta importa s贸lo a la minor铆a ideologizada, dir铆a Converse.

Para la mayor铆a de la opini贸n p煤blica, el cambio de opini贸n puede ser algo natural; ni desastroso ni pecaminoso. Al contrario, puede ser perdonable y hasta elogiable. Por ah铆 el dicho de que es sabio cambiar de opini贸n; por lo menos para los no ide贸logos. Para los ide贸logos cambiar de opini贸n es traici贸n; de ah铆 la tiran铆a de la coherencia.

Lo cierto es que la opini贸n p煤blica cambia: los humores sociales se van transformando. Como sostiene el polit贸logo James Stimson en su libro Tides of Consent (2004), la opini贸n fluye y, por encima de cu谩ntos est谩n a favor o en contra de alguna pol铆tica, 鈥渆l movimiento es lo que importa鈥.

Un ejemplo hist贸rico del cambio en la opini贸n p煤blica en nuestro pa铆s lo document贸 el gran pionero de las encuestas en M茅xico, Miguel Bas谩帽ez, con sus estudios sobre la nacionalizaci贸n de la banca por el presidente L贸pez Portillo hace 40 a帽os, el 1 de septiembre de 1982. En ese a帽o, 52 por ciento de personas entrevistadas calific贸 favorablemente la nacionalizaci贸n de la banca, 15 por ciento la calific贸 mal y 19 por ciento regular (ver Foro Internacional, vol. XXV, oct-dic 1984).

Cinco a帽os despu茅s, el balance de opiniones se hab铆a tornado m谩s favorable a la reprivatizaci贸n de la banca: 30 por ciento la consideraba bien, 15 por ciento mal, y 20 por ciento regular. Por lo visto, Carlos Salinas llegar铆a a la Presidencia con vientos de opini贸n m谩s o menos favorables a las pol铆ticas de privatizaci贸n.

En un an谩lisis de sus encuestas publicado en La Jornada el 6 de mayo de 1990, Bas谩帽ez se帽alaba varias posibles razones de ese cambio en la opini贸n p煤blica, incluido uno que llama mucho la atenci贸n hoy para preguntarse si era el caso y si sigue vigente: 鈥淣uestro autoritarismo cultural tradicional, que obsequiaba a los presidentes con una aprobaci贸n acr铆tica a sus actos鈥.

Veremos si el cambio de opini贸n de AMLO respecto al lugar de las Fuerzas Armadas (o militarizaci贸n, seg煤n el cristal con que se mire) registra alg煤n castigo de la opini贸n p煤blica o si se expresa una aprobaci贸n 鈥渁cr铆tica鈥 de la mayor铆a. Si lo que Converse plante贸 hace casi 60 a帽os sigue vigente, presiento que ser谩 la segundo.

amoreno@elfinanciero.com.mx



ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Pol铆tica del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opini贸n de El Financiero.Las expresiones aqu铆 vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opini贸n y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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