Crispaci贸n

No puede haber un reconocimiento de igualdad pol铆tica donde hay un sentido de superioridad de unos sobre otros.
12/06/2020

En estos tiempos pol铆ticos, da la impresi贸n de que algunos desacuerdos no son tanto un fen贸meno de polarizaci贸n como de crispaci贸n. Como ya he comentado en este espacio, polarizaci贸n es tomar posturas no s贸lo distintas sino distantes respecto al otro. Crispaci贸n es irritarse por la cr铆tica o comentarios de otro, aun sin diferencias sustantivas de por medio. La crispaci贸n puede ser producto de las formas, no necesariamente del fondo.

En M茅xico nos hemos acostumbrado a que 鈥渆n pol铆tica, la forma es fondo鈥, pero es muy importante que comencemos a diferenciar. La l铆nea divisoria pueda ser muy tenue, pero es crucial identificarla. Hay una enorme diferencia de grado entre generar irritaci贸n por una inapropiada elecci贸n de palabras y movilizar el odio como objetivo. Ninguna es deseable, pero lo primero tiene remedio; lo segundo puede traer nefastas consecuencias.

Tomemos, por ejemplo, el uso de la palabra 鈥渇ascista鈥 y sus variantes que escuchamos y leemos hoy en d铆a en nuestro pa铆s. En mi opini贸n como polit贸logo, su uso ha sido impreciso; en mi opini贸n como ciudadano, es irresponsable. En un mundo donde los extremismos se viralizan m谩s que la moderaci贸n, esa y otras palabras se han vuelto parte de la comunicaci贸n pol铆tica cotidiana. Un art铆culo reciente en The Conversation hablaba de c贸mo el gobierno alem谩n ha tratado de evitar palabras y met谩foras b茅licas durante la pandemia, pero algunos grupos extremistas siguen tratando de extender los l铆mites de lo que se considera aceptable en ese pa铆s. Pareciera que en M茅xico tambi茅n estamos viendo hasta d贸nde se estira la liga. El problema es que es imposible saberlo hasta que se rompe.

Aunque minoritarias, las actitudes abiertamente discriminatorias como el racismo s铆 forman parte de nuestra sociedad. Seg煤n la Encuesta Mundial de Valores (WVS), realizada en M茅xico en 2018, el 11% de los entrevistados dijo que no le gustar铆a tener como vecinos a personas de una raza o etnia diferente a la suya. Esta no es s贸lo una expresi贸n de rechazo social, es una faceta expl铆cita de racismo. En 2012, esa respuesta era 10%, lo que significa que se ha mantenido estable en porcentaje, pero el crecimiento poblacional implica un aumento en n煤meros absolutos. Si las formas discursivas contin煤an por la v铆a de la movilizaci贸n del odio, no es dif铆cil imaginarse que las actitudes discriminatorias pudieran aumentar en t茅rminos relativos tambi茅n.

La misma WVS indica que hay otros nichos de intolerancia social y religiosa en nuestro pa铆s. El 13% de los mexicanos preferir铆a no tener como vecinos a inmigrantes; el 14% a personas de una religi贸n distinta; el 23% a homosexuales. El rechazo social var铆a dependiendo del grupo de referencia, pero ah铆 est谩.

El estudio no incluye una medici贸n similar de intolerancia pol铆tica, pero la encuesta nacional de El Financiero, de abril pasado, mostr贸 una de sus facetas: El 73% dijo que se debe garantizar la libertad de expresi贸n y opini贸n de quienes no est谩n de acuerdo con el gobierno; en contraste, el 25% dijo que quienes no est谩n de acuerdo se deben abstener de manifestar sus cr铆ticas y desacuerdos p煤blicamente. (Publicaci贸n, 22 abril). Uno de cada cuatro mexicanos cree que el disenso deber铆a censurarse.

Una vez que superemos la pandemia nos esperan nuevos retos, entre ellos la reactivaci贸n econ贸mica y la construcci贸n de una nueva normalidad. Dentro de esto 煤ltimo, tendremos que pensar si queremos y podemos arraigar el principio de igualdad pol铆tica de todos los ciudadanos, o si nos dejamos llevar por resentimientos y odios grupales guiados por un principio de superioridad, incluida la 鈥渟uperioridad鈥 moral. Son dos modelos incompatibles: no puede haber un reconocimiento de igualdad pol铆tica donde hay un sentido de superioridad de unos sobre otros.

La crispaci贸n podr铆a bien reflejar el 谩nimo tras semanas de confinamiento, pero tambi茅n podr铆a ser producto de un ambiente de hostilidades. Dejo aqu铆 el tema para ir pensando en sus causas, pero, sobre todo, en sus posibles consecuencias.

amoreno@elfinanciero.com.mx



ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Pol铆tica del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opini贸n de El Financiero.Las expresiones aqu铆 vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opini贸n y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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