Jorge Joseph Piedra, supuesto nieto del mÃtico soldado irlandés John O’Riley (el fundador del Batallón de San Patricio), periodista, escritor y asesor polÃtico guerrerense, Alcalde de Acapulco en los sesenta, es un personaje al que los historiadores mexicanos del tiempo presente han subestimado inexplicablemente, pese a la caterva de estudios en torno al movimiento estudiantil del ’68.
Joseph fue asesor personal de Gustavo DÃaz Ordaz, trabajó para la SecretarÃa de Gobernación, me parece que para la Dirección de Investigaciones PolÃticas y Sociales, elaborando los informes estatales que nos son tan familiares para quienes habitamos por años la ahora inexistente galerÃa 2 del AGN.
¿Dónde está el archivo personal de Joseph y qué secretos guarda?
De acuerdo con quienes lo conocieron en la SEGOB, Joseph fue el autor de “El Móndrigoâ€. De ahà se puede suponer que también habrÃa sido la misma pluma tras “Jueves de Corpus Sangriento,†“El camarada Ernesto†y los folletos para difamar a personajes como Daniel CosÃo Villegas y Julio Scherer, ya que todos tienen la misma estructura y estilo.
Joseph fue todo un Goebbles mexicano ¿Cuál fue la relación entre Joseph y el otro Goebbles de la SEGOB, Emilio Uranga?
Desde que Sergio Aguayo en “La charola†dijo con eufemismos que los agentes de la SEGOB eran una bola de brutos y semianalfabetas, hemos repetido esa afirmación como un mantra.
Es cierto, la mayorÃa de los reportes policiacos están elaborados con el dedo chiquito del pie. Sin embargo, también existe lo contrario: análisis que fueron evidentemente elaborados por algún profesionista en ciencias sociales o humanidades.
Cuando me encontraba con algún documento asÃ, con una buena investigación y un buen análisis, me surgÃa una gran angustia por saber quiénes fueron esos colaboradores anónimos que contribuyeron a la Guerra Sucia.
Joseph y Uranga definitivamente no fueron las únicas mentes brillantes que nutrieron la maquinaria de terror y represión del régimen.