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Londres, 8 Abr.- Los expertos señalan nuevamente que la industria de la moda necesita cambiar de manera urgente, fundamentalmente para mitigar el impacto ambiental de las prendas de la llamada “moda rápida†o “fast fashionâ€.
Como alternativas proponen el alquiler de ropa, mejorar los procesos de reciclaje, usar tecnologÃa de control de la contaminación y el uso innovador de recortes.
Los investigadores produjeron un informe, publicado en la revista Nature Reviews Earth & Environment, sobre el costo ambiental de la industria y cómo debe cambiar para lidiar con algunos de los muchos problemas asociados.
Mientras tanto, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que la industria de la moda produce el 10 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono cada año, mientras que considera que usa alrededor de 1.5 billones de litros de agua anuales, además de que aumentan las preocupaciones sobre la contaminación que generan, desde los desechos quÃmicos hasta los microplásticos.
Entre los productos que exacerban los problemas, destaca la llamada “moda rápida": ropa barata que se compra y se desecha tan pronto como cambian las tendencias.
“Es realmente un problema globalâ€, señala Patsy Perry, coautora de la investigación realizada por la Universidad de Manchester.
Perry y un grupo internacional de investigadores, indican que la naturaleza global de la industria de la moda significa que la ropa puede haber viajado por todo el mundo varias veces durante la fabricación, mientras considera que “si el 3 por ciento del transporte de la prenda cambiara de un barco a una carga aérea, un movimiento que marca tendencia en la industria, generarÃa más del 100 por ciento de emisiones de carbono que si todo el acarreo de prendas se hiciera en barcoâ€.
El equipo también expone el consumo de agua de la industria, las emisiones de dióxido de carbono, los residuos textiles y el uso de productos quÃmicos, sustancias que no sólo plantean riesgos ambientales, sino para la salud de las personas involucradas. “Como ejemplo, una sola empresa europea de acabado textil utiliza más de 466 gramos de productos quÃmicos por cada kilogramo de textilesâ€, escriben.
Aunque muchas prendas están diseñadas en los Estados Unidos o en la Unión Europea, a menudo se producen en los paÃses en desarrollo, lo cual aumenta el desperdicio de tela debido a una mala comunicación de los requisitos, y las regulaciones sobre la contaminación generalmente son menos estrictas en los paÃses de fabricación, por lo que muchas veces “las aguas residuales salen a las corrientes de agua dulce y contaminan los rÃos donde la gente pesca y viveâ€, explicó Perry.
El informe destaca que los recursos naturales limitados significan que la industria de la moda debe cambiar, y establece una serie de formas en que podrÃan hacerla más ecológica, incluida la adopción de energÃas renovables y el desarrollo de nuevos métodos de reciclaje; la reducción del uso del poliéster, una fibra no biodegradable , producido a partir de productos petroquÃmicos, que domina la industria de la moda.
También argumentan que la industria deberÃa enfocarse en producir artÃculos de mejor calidad y larga duración, mientras que las innovaciones como el alquiler de ropa y los nuevos enfoques para la reventa deberÃan ampliarse.
Además, “los consumidores deben entender la moda como un producto más funcional que como entretenimiento, y estar preparados para pagar precios más altos, que tengan en cuenta el impacto ambientalâ€.
Esta no es la primera vez que se plantean soluciones a la "moda rápida". El año pasado, los parlamentarios del Comité de AuditorÃa Ambiental propusieron una serie de medidas, incluido un cargo por cada nueva prenda de vestir, para financiar un mejor reciclaje y recolección, las cuales fueron rechazados por el gobierno.
Además de enfatizar la necesidad de mejorar la calidad y los esquemas de alquiler de ropa, el informe destaca la importancia de comprar prendas de segunda mano, ya que las iniciativas lideradas por la industria para reducir los costos ambientales han sido ineficaces mientras el consumo sigue en aumento. “La moda lenta es el único futuro sostenible para la industria y el planetaâ€.
Carry Somers, cofundador de la campaña Fashion Revolution, refiere que el uso de productos quÃmicos en la industria de la moda, según lo señalado por el nuevo informe, es de particular preocupación, especialmente en ropa hecha fuera de la Unión Europea, donde es difÃcil saber qué sustancias se han utilizado.
Steve Evans, un experto en sostenibilidad industrial en la Universidad de Cambridge, comenta que no está claro qué proporción del impacto ambiental de la industria se redujo a la "moda rápida" per se, por lo que un desafÃo clave para la industria es que diferentes sectores, desde la producción hasta la venta minorista y el reciclaje, deben comenzar a trabajar juntos.
Evans indica que un futuro en el que se reduzca la tasa de producción y la eliminación de fibras no significa, necesariamente, una escasez de nuevos productos, si las prendas se alquilan o se revenden. “PodrÃa ser una moda rápida desde la perspectiva de los fashionistas, pero es lenta desde la perspectiva del planetaâ€, añade.