EFE
Toronto, 2 Jul.- El a帽o pasado se gener贸 en el mundo la cifra r茅cord de 53,6 millones de toneladas de basura electr贸nica, el equivalente a 350 nav铆os del tama帽o del transatl谩ntico Queen Mary, seg煤n el informe anual de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
Lo que es peor, la cifra representa un aumento del 21 % con respecto a la generada hace cinco a帽os y si no se toman medidas urgentes, se帽alaron los autores del informe, para 2030 la cantidad anual de basura electr贸nica sumar谩 74 millones de toneladas.
"Es la insaciable voracidad por todos los tipos de aparatos electr贸nicos dotados de placas o bater铆as en todo el mundo por el aumento de la clase media a nivel global. Esto est谩 creando monta帽as de basura electr贸nica gracias tambi茅n a las bajas tasas de recolecci贸n", explic贸 a Efe Ruediger Kuehr, director del programa SCycle de UNU que promueve el consumo sostenible.
Pero los expertos temen que la pandemia de COVID-19 empeorar谩 la situaci贸n en los pr贸ximos a帽os.
"COVID-19 va a empeorar la situaci贸n. M谩s gente est谩 trabajando y estudiando desde los hogares por lo que hay una mayor demanda de estos equipos", dijo Kuehr.
El rector de UNU y vicesecretario general de la ONU, David Malone, advirti贸 en un comunicado que "se necesitan de forma urgente esfuerzos sustancialmente m谩s importantes para asegurar que la producci贸n global, el consumo y la retirada de equipos electr贸nicos y el茅ctricos sea m谩s inteligente y sustentable".
El informe "Global E-waste Monitor" de la ONU indica que el a帽o pasado s贸lo un 17,4 % de toda la basura electr贸nica producida fue recogida y reciclada.
Mijke Hertoghs, responsable de Medio Ambiente de la de la Uni贸n Internacional de Telecomunicaciones y que particip贸 en la redacci贸n del informe, se帽al贸 a Efe que el a帽o pasado se "quem贸 o dej贸 en los basureros de pa铆ses en desarrollo, donde acaban la mayor铆a de los residuos, materiales como oro, plata, cobre, aluminio y otros con un valor aproximado de 57.000 millones de d贸lares".
Pero Kuehr reconoci贸 que en estos momentos es m谩s barato arrojar a la basura estos equipos que reciclarlos para recuperar materiales valiosos, por lo que solicit贸 mayor acci贸n por parte de Gobiernos, el sector privado y los consumidores.
AN脕LISIS GLOBAL
Por regiones, Asia es el continente que m谩s basura electr贸nica gener贸 en 2019, con 24,9 millones de toneladas, seguido por el continente americano con 13,1 millones de toneladas; Europa, con 12 millones; 脕frica, 2,9 millones, y Ocean铆a, con 0,7 millones.
Pero por habitante, Europa gener贸 m谩s basura electr贸nica que el resto de continentes, 16,2 kilogramos per c谩pita, explic贸 Kuehr que calific贸 la situaci贸n como "alarmante".
Ocean铆a ocup贸 el segundo puesto, con 16,1 kilos por habitante mientras que Am茅rica sum贸 13,3 kilos, Asia 5,6 kilos y 脕frica 2,5 kilos.
Distribuido de forma global, los 53,6 millones de toneladas de basura electr贸nica suponen 7,3 kilogramos por habitante del planeta.
Por categor铆as, 17,4 millones de toneladas fueron peque帽os equipos electr贸nicos, 13,1 millones de toneladas equipos de grandes dimensiones, 10,8 millones de toneladas fueron equipos de intercambio de temperatura (como aires acondicionados y frigor铆ficos), las pantallas y monitores sumaron 6,7 millones de toneladas, los equipos de telecomunicaciones y otros, 4,7 millones de toneladas, y l谩mparas, 0,9 millones de toneladas.
El informe revel贸 que la categor铆a de basura electr贸nica que m谩s ha aumentado desde 2014 es la de aires acondicionados, frigor铆ficos y similares, con un incremento del 7 %.
"Tenemos que explicar a las autoridades, el sector industrial y los consumidores que hay que colocar la problem谩tica de la basura electr贸nica como una de las prioridades de la agenda porque si continuamos as铆 estamos perdiendo muchos recursos valiosos y aumentamos los riesgos medioambientales y sanitarios", declar贸 el director de SCycle.
En 2019 se estima que se emitieron a la atm贸sfera el equivalente a 98 millones de toneladas de di贸xido de carbono procedentes de frigor铆ficos y aires acondicionados tirados a la basura, lo que supuso un 0,3 % de las emisiones globales de gases con efecto invernadero.
"Hay que desarrollar nuevos m茅todos para que la recolecci贸n sea mejor y reconsiderar nuestras pr谩cticas actuales de consumo de equipo, probablemente hacia una econom铆a m谩s circular", dijo Kuehr.
