Ra煤l Vera entre la rebeld铆a y los l铆mites de la Iglesia

El Vaticano reconoce la entrega pastoral de muchos obispos, pero tambi茅n prefiere perfiles que garanticen obediencia y comuni贸n.
29/08/2025

En los 煤ltimos d铆as se ha reavivado un debate: 驴pueden las mujeres celebrar misa? La respuesta oficial de la Iglesia cat贸lica es clara y tajante: no. Esto no es una opini贸n reciente, sino una norma asentada en el C贸digo de Derecho Can贸nico, que en su canon 1024 establece: 鈥渟olo el var贸n bautizado recibe v谩lidamente la sagrada ordenaci贸n鈥. 

Adem谩s, Juan Pablo II, en la carta apost贸lica Ordinatio Sacerdotalis (1994), recalc贸 que esta doctrina deb铆a ser mantenida 鈥渄e modo definitivo por todos los fieles鈥 . En pocas palabras, en la Iglesia cat贸lica, el sacerdocio femenino no est谩 permitido y no se discute su aprobaci贸n.

Aun as铆, el tema permanece vivo. En los s铆nodos recientes se ha planteado el diaconado femenino, aunque el Vaticano respondi贸 que 鈥渘o es el momento鈥. Mientras tanto, las mujeres ya sostienen gran parte de la vida parroquial: organizan la catequesis, administran recursos, llevan adelante la caridad y acompa帽an la liturgia de la Palabra. Pero cuando se trata del altar en la misa, la puerta sigue cerrada.

En este marco aparece de nuevo la figura del obispo em茅rito de Saltillo, Ra煤l Vera L贸pez, una de las voces m谩s controvertidas de la Iglesia mexicana. Su m谩s reciente pol茅mica se dio al permitir que una cl茅riga anglicana participara en la misa durante la consagraci贸n, un gesto que la Iglesia cat贸lica reserva de manera exclusiva al sacerdote. El canon 907 es claro: los laicos y ministros no cat贸licos no pueden realizar las acciones que corresponden al celebrante. Para Roma, ese l铆mite no es negociable.

Pero esta no ha sido la 煤nica ocasi贸n en que Vera ha desafiado al Vaticano. En 2011 defendi贸 con fuerza la pastoral hacia la comunidad LGBT a trav茅s del Grupo San Elredo. Su postura gener贸 incomodidad en la Santa Sede y, con el tiempo, el grupo se deslig贸 de la di贸cesis para no entorpecer la relaci贸n con la jerarqu铆a. Sus gestos se han dividido, para unos, es un pastor valiente y cercano; para otros, un obispo rebelde que desobedece las normas esenciales de la Iglesia.

Ese estilo de rebeld铆a tambi茅n puede explicar decisiones recientes en Roma. Hace unos d铆as, el Vaticano anunci贸 que Hilario Gonz谩lez Garc铆a, actual obispo de Saltillo, fue nombrado miembro del Dicasterio para el Clero, un organismo que coordina la vida y formaci贸n de sacerdotes en todo el mundo. Este nombramiento fue interpretado como un reconocimiento a su trayectoria y, quiz谩, como un gesto de confianza hacia un perfil m谩s institucional y menos pol茅mico que el de su antecesor. En otras palabras, Roma apuesta por la estabilidad que representa Hilario, y no por la rebeld铆a que encarna Vera.

Ra煤l Vera representa esa tensi贸n. Su rebeld铆a ha dado voz a migrantes, mineros, v铆ctimas de violencia y a la comunidad LGBT. Pero sus formas de romper reglas lit煤rgicas han generado divisi贸n y preocupaci贸n. La Iglesia, por su parte, sigue mostrando una cerraz贸n en algunos temas, como el sacerdocio femenino, que la sociedad moderna no siempre entiende.

Al final, la pregunta sigue en pie: 驴pueden las mujeres celebrar misa hoy? No. 驴Est谩 en debate su ordenaci贸n sacerdotal? No. 驴Se estudia el diaconado femenino? S铆, pero sin avances. 驴Debe la Iglesia dar m谩s espacio a las mujeres en la toma de decisiones y en la vida pastoral? S铆, con urgencia.

Quiz谩 por eso el Vaticano eligi贸 a Hilario Gonz谩lez para un cargo relevante en la Curia y no a Ra煤l Vera. Roma reconoce la entrega pastoral de muchos obispos, pero tambi茅n prefiere perfiles que garanticen obediencia y comuni贸n. En el equilibrio entre la apertura y la norma, el mensaje es claro: la Iglesia necesita pastores cercanos a su pueblo, pero tambi茅n fieles a sus reglas.

Y ah铆 queda el dilema: una Iglesia que a veces cierra donde deber铆a abrir, y un obispo que a veces abre donde no puede. Entre esos extremos, el riesgo es que los fieles se queden atrapados en medio, esperando una Iglesia que los escuche y los acompa帽e sin miedo, pero tambi茅n sin romper lo esencial de su fe.



JESSICA GUADALUPE ROSALES SAUCEDO es periodista con 25 a帽os de experiencia en distintos medios de comunicaci贸n de Coahuila.

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