EFE
Jerusalén, 4 Sep.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó este miércoles, ante la prensa internacional convocada en Jerusalén, que Israel no va a ceder el control militar de la divisoria de Gaza con Egipto a fin de logar un posible acuerdo para la liberación de rehenes.
"Si queremos liberar a los rehenes tenemos que controlar el corredor de Filadelfia", insistió Netanyahu en un discurso en inglés, en alusión a la franja de 14 kilómetros de largo que conecta el cruce de Kerem Shalom con el Mar Mediterráneo.
Desde su lógica, controlar este corredor es la única manera de ejercer presión sobre Hamás, evitar que se rearme e inducirle a que acepte un acuerdo favorable para Israel; que todavía tiene 97 rehenes en la Franja tras casi once meses de combates.
Por el contrario, Netanyahu dijo que si ceden ahora -tras el asesinato de seis rehenes la semana pasada en Gaza-, sería como decirle a Hamás "que si matan a más cautivos van a conseguir más concesiones", lo que calificó no solo de "inmoral", sino de "una locura".
El primer ministro defendió también hoy su gestión de la guerra, asegurando que si hubiera hecho caso a la presión internacional no habría invadido Rafah -donde unos 1,4 millones de palestinos buscaban refugio-, y no habrían logrado debilitar a Hamás.
"Parte de que los tengamos ahogados es que controlamos su máquina de hacer dinero, que es el cruce de Rafah", sostuvo el primer ministro, en referencia al principal paso que conectaba Egipto con el sur de la Franja y por donde entraba numerosa ayuda humanitaria y gazatíes heridos eran evacuados.
MÁS DE 40.800 GAZATÍES MUERTOS
En un discurso con tonos grandilocuentes, y al ser preguntado por periodistas sobre si había alguna estimación de cuándo terminará la guerra en Gaza- que ya ha dejado más de 40.800 palestinos muertos y al 86 % de la población gazatí fuera de sus casas-, Netanyahu reconoció no poder dar una fecha.
"Terminaremos la guerra cuando alcancemos los objetivos de la guerra", dijo el primer ministro, que durante la elocución recordó que una de sus responsabilidades es prevenir que ataques como el del pasado 7 de octubre se repitan "una y otra vez".
"La semana pasada recibimos un recordatorio", dijo Netanyahu sobre el asesinato "a sangre fría" a manos de Hamás de los seis rehenes, algunos con disparos en la cabeza. "Esos son los salvajes, esos son los terroristas que Irán ha implantado cerca de nuestra frontera y en otros lugares", exclamó.
Al tiempo que Netanyahu comparecía ante la prensa extranjera, activistas y numerosos familiares de los aún cautivos se congregaron en las calles de Tel Aviv y Jerusalén -entre otras ciudades-, y frente a las casas de algunos ministros, exigiendo un acuerdo de tregua que devuelva a los cautivos con vida.
"La gente de Israel no permitirá que continúe el abandono que los rehenes ya han padecido durante casi once meses. Cada día podría ser su último, como nos ha demostrado la ejecución de seis rehenes en los últimos días", advirtió el lunes el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos, el principal grupo que agrupa a parientes.
Por su parte, ese mismo día, el portavoz de las Brigadas de Al Qasam (brazo armado de Hamás) alertó de que las directrices dadas a quienes custodian a los cautivos en Gaza habían cambiado desde el rescate con vida de cuatro rehenes en junio, insinuando que actuarán contra ellos si el Ejército "se acerca al lugar de su detención".
"La insistencia de Netanyahu en liberar a los prisioneros bajo presión militar, en lugar de cerrar un acuerdo, hará que regresen con sus familias en ataúdes", dijo el portavoz Abu Obeida, en un mensaje a través de su canal en Telegram.
EL EJÉRCITO ISRAELÍ DICE HABER MATADO A MÁS DE 200 MILICIANOS EN RAFAH EN LA ÚLTIMA SEMANA
El Ejército israelí aseguró este miércoles haber matado a más de 200 milicianos palestinos a lo largo de la última semana en el barrio de Tal al Sultan, en el oeste de la ciudad sureña de Rafah, donde mantiene una intensa ofensiva desde el pasado mayo, según anunció en un comunicado.
"En la última semana, las tropas de la 401ª Brigada han llevado a cabo operaciones de precisión basadas en inteligencia en Tal al Sultan", detallaron, en las que aseguran haber "eliminado a más de 200 terroristas" -como habitualmente se refieren a los milicianos palestinos- y localizado decenas de armas.
Después de uno de los choques entre soldados y milicianos en un edificio en la zona, las tropas realizaron una redada y hallaron armas en uno de lo sótanos, dice el texto.
Además, los soldados encontraron diez lanzacohetes camuflados entre la arena, preparados para lanzar municiones a larga distancia contra territorio israelí.
Ayer, ocho palestinos murieron en Rafah fruto de los ataques israelíes contra edificios residenciales: cuatro mujeres de una misma familia en el bombardeo contra una vivienda a primera hora de la mañana, y horas después, otras cuatro personas dentro de un vehículo, informaron los servicios de Defensa Civil gazatíes.
El Ejército de Israel mantiene, desde mayo, una intensa ofensiva contra Rafah, que inició con el objetivo de erradicar cuatro batallones de Hamás, provocando el desplazamiento masivo de más de 1,4 millones de personas refugiadas en esta ciudad hacia la "zona humanitaria" en Al Mawasi, junto a la costa.
El pasado 21 de agosto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció la "derrota" de esos cuatro batallones de Rafah, si bien no hizo alusión alguna a poner fin a la ofensiva.
Aunque la victoria sobre las brigadas de Hamás en Rafah era el objetivo inicial de la ofensiva, ahora el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha puesto sus intereses en otro elemento de la zona: el corredor de Filadelfia, que separa Gaza de Egipto.
El control de este corredor de 14 kilómetros, que conecta el cruce de Kerem Shalom con el mar Mediterráneo, es uno de los principales escollos para alcanzar un acuerdo con Hamás, y sobre la importancia "estratégica" que le otorga Netanyahu, el primer ministro dará este miércoles a las 19:00 hora local (16.00 GMT) una rueda de prensa a los medios internacionales.
El mandatario israelí defiende que el corredor es un punto de acceso de armas a la Franja. Según el Ejército, el 80 % de los túneles que se encontraban bajo tierra a lo largo de esta divisoria ya han sido destruidos.