El candidato, el estratega y el encuest贸logo.

Un candidato prudente eval煤a peri贸dicamente el desempe帽o de su campa帽a, para eventualmente hacer ajustes estrat茅gicos, pero sobre todo para que la t谩ctica pol铆tica tambi茅n juegue su funci贸n trascendental.
19/04/2024

Inicio una breve serie de cuentos de temporada. Esto es, de tiempo de elecciones. El candidato es la figura central, es el que sue帽a con alcanzar una posici贸n pol铆tica, con una variada gama motivacional que puede ir desde hacer el bien com煤n, satisfacer alg煤n af谩n de notoriedad o enriquecerse a lo pendejo. La mayor铆a de ellos pierde, algunos quedan amargados, pero todos, o casi todos, viven la ilusi贸n de que van a ganar, porque todos sus entornos sociales inmediatos as铆 lo sugieren, unos de manera sincera, otros por solo no robarles la ilusi贸n. 

El estratega es la figura m谩s relevante dentro del equipo de campa帽a. Tiene control sobre una buena parte de las decisiones, es el que traza las l铆neas generales del accionar pol铆tico, y no pocas veces es el contacto con inversionistas importantes que los hace, m谩s que empleados o asistentes del candidato, en socios de un proyecto que, a veces, se extiende hasta la gesti贸n de gobierno, en caso de ganar la elecci贸n.

Un tercer personaje es el encuestador, cuya funci贸n es evaluar la correlaci贸n de fuerzas, entre otras cosas, durante el proceso.

El haber mayor de los estrategas es el conocimiento, basado en estudios, lecturas o experiencias. Con ellos se pierde de vista que el conocimiento puede ser verdadero o puede ser falso. En especial ante un fen贸meno tan complejo como una elecci贸n, no es infrecuente que vuelen las campa帽as en alas de las fantas铆as.

En una campa帽a electoral, como en muchas cosas, si solo fijamos la mirada en el resultado final, es aplicable la m谩xima de Bertrand Russell de que 鈥渂ueno es lo que bien termina鈥, pero esperar hasta el final para juzgar el desempe帽o de una estrategia es muy aventurado.

Un candidato prudente eval煤a peri贸dicamente el desempe帽o de su campa帽a, aplicando la m谩xima de Russell en una sucesi贸n de ensayos de prueba y error, para eventualmente hacer ajustes estrat茅gicos, pero sobre todo para que la t谩ctica pol铆tica tambi茅n juegue su funci贸n trascendental. 

Aqu铆 es donde el estratega por lo com煤n da las nalgas. Como mi funci贸n es justo evaluar el desempe帽o de una campa帽a, no pocas veces he puesto a parir chayotes a los estrategas cuando les solicito que expliquen una Alerta y que sugieran qu茅 hacer al respecto. El paso de la estrategia a la t谩ctica es, para muchos, un 鈥渟alto mortal鈥.

De lo anterior se deriva:

1. Que el estratega pretenda ser tambi茅n el encuestador, o al menos tener control sobre 茅l. Si un candidato le acepta esta condici贸n a su estratega, ser谩 feliz durante su campa帽a, pero corre un riesgo grande no advertido, de perder la elecci贸n.

2. El candidato debe contratar directamente a su encuestador. Al que por alguna raz贸n le resulte confiable, y debe hacerle saber al estratega que su juicio para saber c贸mo van las cosas se derivar谩 de los resultados del encuestador y no de los reportes del estratega.

3. Un estratega sabio mantiene una estrecha y productiva  relaci贸n con un encuestador independiente.

4. Un estratega pendejo tratar谩 de desacreditar al encuestador, cuando los resultados sean adversos. Prefieren poner en riesgo el triunfo no solventado una situaci贸n adversa a tiempo, que reconocer que quiz谩 la est茅n cagando.

Hay muchas historias relacionadas entre estos personajes hoy tan de moda. Espero poder contarles otra, por estos d铆as.

saba@sabaconsultores.com



SALVADOR BORREGO es Doctor en Estad铆stica, director de SABA CONSULTORES, S.A. de CV, desde 1987, autor del libro Los Monitoreos y Cartas de Navegaci贸n Politica de SABA (el nuevo paradigma para medir la Opini贸n P煤blica).

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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