Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
Que la crisis provocada por AMLO con Ecuador no lo distraiga de los graves problemas sin resolver por su gobierno en nuestro México.


Si los candidatos se enfrascan en una batalla campal, el debate va a resultar completamente predecible, airado e inútil como herramienta de información para los electores.


La lista de atentados y asesinatos a candidatos en campaña, de varios partidos políticos y el abandono de candidaturas crece día a día en tanto los demás candidatos continúan en sus campañas.


Defendamos a nuestra “frágil democracia” (como la nombra José Woldenberg) del autoritarismo del presidente prorruso López Obrador, Morena, y su asalto al régimen democrático.


En México sigue siendo un tabú hablar de la condición física y mental del presidente de la república. Lejos, muy lejos, de los ejemplos de Carlos III y el presidente Biden.


Quiero creer que la democracia en México resistirá el embate autoritario y destructor del actual gobierno morenista, más allá de si el 2 de junio haya alternancia en la presidencia de la república o repita el partido en el poder.


Amigos electores, en esta época electoral nos van a cortejar. Hay que vender caro nuestro cariño con nuestros votos, no sean chicos y chicas fáciles, ¿les parece bien?



Si alguna duda tenía yo de la megalomanía y del narcisismo que muchos analistas han señalado sobre la personalidad de López Obrador, mi duda se disipó por completo.



México pierde a un académico, analista y servidor público cuya honestidad intelectual, conciencia inquebrantable y ética de servidor público será su huella para este país: un ejemplo del poder de las convicciones ante la brutalidad del poder.


El presidente mexicano ha tomado decisiones irracionales cuyas consecuencias han dañado al tesoro público, a las instituciones de gobierno y han lastimado a la sociedad mexicana.


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