Estimados lectores, tan importante son las calificadoras crediticias, como hacerse un Chek Up médico cada año para detectar y prevenir enfermedades a tiempo, que podrían causarle incluso la muerte, porque se debe tener claro que en la economía financiera quien mide los riesgos crediticios son las calificadoras y siempre hay que hacer caso a las recomendaciones de sus perspectivas.
En estos días, hemos visto como a tres meses del inicio del nuevo gobierno federal tenemos perspectivas de bajas de calificación para México, por parte de las principales calificadores como S&P, que aunque su calificación sigue con BBB+, su perspectiva es BBB-; y también Pemex tiene perspectiva de baja.Pero, ¿qué quiere decir esto?, pues que si México tenía el proyecto de atraer inversiones a sectores prioritarios y generar más empleos, esto no motiva, o más aun, los inversionistas mexicanos y extranjeros detectan riesgo y ven como opción aumentar su portafolio dirigido más a dólares.
El termómetro de la confianza internacional es muy importante en el área de inversión, y hoy está en focos amarillos, el discurso mañanero de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inquietó mucho al siguiente día al sector inversionista, porque el propio presidente de México descalificó a la calificadora, lo cual es preocupante, lo ideal sería y lo que me hubiera gustado escuchar es que dijera:”tomamos las recomendaciones de la calificadora para mejorar las áreas”, y con ello dar certidumbre y confianza al sector inversionista ante un periodo ya templado de incertidumbre.
No hay duda, México depende de Pemex, y Pemex depende de México, esta frase dice mucho lo que requiere el plan de gobierno para reactivar las refinerías y la inversión de Dos Bocas, que es 20 mil millones de dólares, y si sumamos también el cumplimiento de su deuda, que es tan grande, es muy complicado emitir más deuda soberana a altas tasas de interés, ya que si no acatan la recomendación, nos saldría muy caro emitirla y con una emisión con riesgo a pocos les gustaría invertir, hay que recordar que después del BBB- sigue el bono basura, y ya hemos vistos casos como el de Argentina.
La guerra contra la corrupción siempre va a ser una muy buena idea, pero las buenas intenciones no son suficientes para sacar ahí mismo los recursos suficientes para poder tener y mejorar una política económica eficiente, un balance de Dovish y Hawkish.
Estoy convencido que si no nos integramos al mundo globalizado, donde de una u otra forma estamos inter-conectados económicamente, seremos un país de poco crecimiento y si queremos que nuestro PIB o crecimiento del país empiece a mejorar, no basta con discursos de buenas intenciones, esto es de ciencia exacta y sólo con estrategias se puede lograr, ya tenemos el 50 por ciento del camino que es acabar con la corrupción y el otro 50 por ciento está en la estrategia de una política económica abierta y ese camino definitivamente es acatar recomendaciones de calificadoras, de lo contrario el final del camino será desastroso para la economía del país.
En una partida de ajedrez cuando quiere uno ganar, que al final de cuentas es lo que importa, se utiliza el sacrificio de una pieza de mayor valor y se pueden ganar con peones solamente, esto lo saco a relucir porque efectivamente mucho ya se ha sangrado a Pemex y otras dependencias como la CFE en actos de corrupción, haciendo la función de caja chica, sanarlos cuesta mucho, por ahí hay una frase que dice que: “uno no puede dejar a Dios por Dios”, porque México es un todo.
El plan de reactivar las refinerías con una baja en la perspectiva de calificación nos puede costar aún más caro todavía, no sé si esta vía sea la correcta ahora, estimados lectores, pero si el objetivo era reactivarlas podría ser más cara la deuda en un periodo de incertidumbre.
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Ah y también hágase un Check Up médico……
¡Hasta la próxima!
